Un lugar para liberar los sentidos.
Momentos para ver,
en el ajetreo de la baraja del croupier.
Momentos para oír,
con el vaivén de la ruleta.
Momentos para tocar,
al poner las fichas sobre el tapiz.
Momentos para oler,
con los aromas de los cócteles.
Momentos para degustar, con los sabores del restaurante.